Hoy queremos tratar otro reto famoso de la traducción audiovisual, una línea que ya comenzamos con nuestro artículo sobre El caso Hodor. A diferencia de este, el ejemplo de hoy no tiene una solución pasable ni un final feliz. La traducción fue entonces y sigue siendo un motivo de guasa en el gremio. Tampoco estamos a salvo de que no se repita en el futuro en caso de que saquen otra secuela (algo que nadie quiere).

 

Por supuesto, hablamos del caso Die Hard (La jungla de cristal en España).

 

Antes de nada, un pequeño recordatorio de algo que hemos dicho montones de veces: El traductor de una obra no interviene en la adaptación del título de la misma. Eso suele depender del equipo de marketing, a los que les toca vender la película en el país en cuestión. Si fuera cosa de los traductores… ¡Cambiaría mucho la historia! Por ejemplo, evitaríamos el uso y abuso del gerundio en los títulos de películas y libros. Pero eso es un artículo para otra ocasión. Ahora toca centrarse en...

 

 

A veces, una traducción (buena, mala, eso da igual) queda tan arraigada en nuestra cultura que define nuestra forma de pensar sobre la obra. La jungla de cristal es uno de estos casos. Una legendaria película de acción, transformada en un chiste por una traducción chapucera del título. Y aunque no fuera culpa de un traductor profesional, vale la pena investigar la evolución de esta a lo largo de la saga.

 

Aparte de lo cliché del título, nos guste más o menos, lo cierto es que pega con el argumento de la primera película, ¿no? John McClane corre, dispara y sangra a través de un edificio lleno de cristales rotos, ¡y sin zapatos! De hecho, una de las escenas más famosas de la película tiene lugar durante un tiroteo en una sala llena de cristaleras. Ver cómo los fragmentos de cristal vuelan por el aire y se transforman en un peligro más para nuestro sufrido y mal equipado protagonista es memorable. Aunque no se sabe con seguridad, lo más posible es que la traducción saliera de aquí.

 

Ahora viene el problema: La jungla de cristal tiene cuatro secuelas (a cada cual peor, por cierto). Aquí están sus títulos originales, junto a sus traducciones en español.

 


Original

Traducción

Die Hard 2

La jungla 2: Alerta roja.

Die Hard with a Vengeance

La jungla 3: la venganza

Live Free or Die Hard

La jungla 4.0

A Good Day to Die Hard

La jungla: un buen día para morir

 

Aquí vemos el primer problema: El concepto de andar descalzo sobre cristales rotos no vuelva a aparecer en la saga, por lo que no tiene sentido mencionarlo en las secuelas. ¿Qué pasa entonces?

 

Pues que el equipo de marketing decidió mantener lo de “la jungla” al menos. Así podían mantener un mínimo nivel de cohesión entre las partes. De lo contrario, se arriesgan a que el público no relacione la secuela con la película original. Pero eso sí, ni jungla, ni cristal. El título no tiene relación alguna con las películas en sí. La serie ha arrastrado eso de “la jungla” desde entonces. En cada entrega, un apellido más cliché y ridículo que el anterior (el de "4.0" se lleva la palma de oro). Así es como el título ha pasado a ser una de las traducciones más infames del mundillo de la traducción audiovisual.

 

La película no tiene este problema en su traducción para Hispanoamérica, donde se llama Duro de matar. Vale, no suena tan bien como en inglés, pero es aceptable, ¡y es una traducción bastante fiel! La pregunta es… ¿Cómo lo hubieses hecho tú?

 

¡Hasta aquí el artículo de hoy! Esperamos que te haya parecido interesante. No te olvides de seguirnos en Twitter, LinkedIn, Instagram y Facebook para enterarte de nuestras próximas entradas. ¡Nos leemos!