By EXERO SOLUCIONES on Viernes, 28 Septiembre 2018
Category: Más allá de la traducción

Un día cualquiera en la vida del traductor profesional

Ser traductor profesional es bonito… pero no es fácil. La traducción es un oficio muy exigente en el que, además de los de idiomas, es necesario dominar muchas otras habilidades.

 

Por supuesto, un traductor profesional debe ser un experto absoluto en su propia lengua y en la lengua (¡o las lenguas!) desde la que traduce. Sin embargo, también debe ser capaz de vender sus servicios, gestionar proyectos y realizar tareas de búsqueda, investigación, maquetación y revisión.

 

Es un mundo difícil y muy competitivo, pero bello. Esa es la razón por la que más y más gente decide dedicarse a la traducción cada día. Hoy, por variar un poco, hemos escrito un resumen de lo que es un día para nosotros. Imagínate por un segundo que eres traductor profesional. Este es tu día a día:

 

7:00
¡Buenos días! Imprescindible ese café. No importa si traduces manuales de lavadoras o libros de poemas; por la mañana temprano, ninguna traducción parece bonita. Por otro lado, si eres traductor autónomo, tienes derecho a trabajar en pijama, un privilegio maravilloso del que no querrás volver.

 

8:00-9:00
Contestas los correos de los clientes. A veces tienes muchos, a veces tienes cero. Algunos te mandan trabajo, otros se interesan por cómo va su proyecto. En Exero Soluciones, la correspondencia con los clientes es muy importante. En ocasiones se producen cambios importantes a la mitad de un proyecto. Es necesario estar atentos para responder rápido y de forma proactiva.

 

9:00-14:00
¡Venga, a traducir! Esta es la parte más clara de nuestro trabajo, por lo que no hace falta explicarla. Algunos días, los documentos a traducir son más sencillos e interesantes. Otros, parecen alargarse hasta el infinito. Pues como en cualquier otro trabajo.

 

Es importante establecer un objetivo de palabras diario. Esto sirve para cumplir con los plazos, pero también para no sobrepasarse. A veces, un traductor profesional se ensimisma tanto en su trabajo que se pasa de palabras. Si esto pasa, la calidad de la traducción puede bajar. No importa cuál sea tu trabajo: el descanso es importante.

 

14:00
Hora de comer. Hoy tenemos… tupper de los macarrones de anteayer de la nevera. Por otro lado, si eres traductor autónomo, tienes derecho a comer en casa todos los días, un privilegio maravilloso del que no querrás volver.

 

14:30
Es un buen momento para revisar el correo por si ha llegado algo nuevo. ¿Nada? Pues a traducir de nuevo. Spoiler alert: llegarán cuando menos te lo esperes. No lo descuides.

 

14:30-18:00
Ahora toca luchar contra el sopor después de comer, pero tu voluntad inquebrantable, forjada a golpe de proyecto, te ayudará a superar este bache (eso y el café).

 

¿Por qué no aprovechas para revisar lo que has traducido esta mañana? Es el momento perfecto, ya que tras unas horas es más fácil detectar posibles erratas y errores. Es un fenómeno curioso, pero real. Si revisas nada más acabar, se te escaparán muchos más errores que si dejas que tus ojos descansen un poco. Todos cometemos errores al traducir, pero, si quieres proporcionar la mejor calidad posible, es importante cazar esos errores en la revisión.

 

18:00
¡Vuelta a casa! Ahora viene lo más difícil: desconectar. Porque la traducción crea vicio. Pronto te descubrirás juzgando la traducción de esa serie de Netflix en silencio. “Yo lo hubiese puesto así”. “Ugh, ¿quién ha hecho esto? Yo lo haría mejor”. Por otro lado, si eres traductor autónomo y trabajas desde casa, tu derecho a desconectar ha sido cancelado. Se siente.

 

21:30
Vale, te ha dado por revisar el correo antes de cenar. Mala idea. ¿No te lo avisamos? En ese momento entran 29 traducciones nuevas, 5 revisiones, 14 relecturas y el proyecto de construcción del puente de A Coruña a Nueva York. Todo para mañana. Parece que te tocará trabajar horas extra...

 

3:20
¿Dónde vamos? ¿De dónde venimos? ¿Por qué Trados no funciona? Zzzzz...

 

En líneas generales, así es el día a día de un traductor profesional. Esperamos que te haya gustado este artículo y que ahora entiendas un poco mejor las alegrías y las desventuras de nuestra profesión. Recuerda que puedes seguirnos en Twitter, LinkedIn y Facebook para enterarte del próximo artículo. ¡Nos leemos!
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