Traducir es un trabajo muy gratificante. ¡Es la verdad! Desde que estamos en la universidad, muchos profesionales ponemos nuestro corazón en el estudio y la mejora de nuestra habilidad de traducir. Se trata de conseguir que todos nos entendamos un poco mejor, sin importar la procedencia o el idioma. Es un trabajo apasionante.

Sin embargo, esto no quiere decir que no debamos descansar de vez en cuando. ¡También somos humanos! Por mucho que me guste, no me pienso llevar el ordenador a la playa para seguir con ese manual de instrucciones de la lavadora. El descanso es sagrado y necesario para ofrecer buena calidad.

Pero claro, esto puede ser un problema. La mayoría de los traductores son autónomos, por lo que a veces tienen que elegir entre descansar y cobrar. Algunos deciden apechugar y reducen al mínimo sus vacaciones, pero esto hace que se acumule el estrés. La calidad del trabajo baja y, lo más importante, la calidad de vida disminuye también. ¿Quién quiere vivir así?

¿Y qué pasa con clientes como tú? Puede que esa lavadora tenga que salir al mercado la próxima semana, pero tu traductor de confianza se va de vacaciones a Oporto y no tendrá el manual a tiempo. Tendrás que encontrar un traductor diferente que se encargue, pero… ¿Y si no te ofrece la calidad del primero? ¿Y si no hay tiempo para hacer pruebas de calidad? ¿Y si el texto es demasiado especializado? ¿Y si te cobra más dinero? ¡Vaya lío te espera!

No te preocupes.

En Exero Soluciones siempre estamos disponibles. Como empresa de traducción podemos ofrecer un servicio continuo gracias al trabajo de nuestros traductores inhouse y a nuestra amplia red de profesionales. Evaluamos su calidad como traductores, nos encargamos de las revisiones y relecturas y nos aseguramos de que el texto sea de la mayor calidad posible. ¿Y durante la época de vacaciones? ¡Pues también! Siempre, siempre puedes contar con nosotros. Esta es nuestra garantía durante todo el año.

¿Por qué? Pues porque sabemos que tu traducción no puede esperar, ni siquiera en vacaciones.